lunes, 19 de mayo de 2014

Ciudades Inteligentes (Smart Cities) Vs Ciudades Necias (Silly Cities) I: de la gestión del conocimiento

Últimamente escucho a menudo una frase en diferentes foros de desarrollo local que me empieza a sonar a mantra. La frase tiene que ver con las Smart Cities, y es esta que dice que hablar de ciudades inteligentes es una tautología, que las ciudades de una forma u otra son inteligentes “per se”. No sé a vosotros, pero para mí, este tipo de frases hechas que se popularizan y se transforman en credo me llenan de desconfianza, generalmente, acaban perdiendo su esencia originaria y su contenido se simplifica  debido a un proceso de torpe manoseo. Por último, es habitual que personajes carentes de criterio propio se agarren a ellas como tablas de náufragos, transformándolas en malas decisiones descontextualizadas y que no tienen un proceso de reflexión previo elaborado y fundamentado en un verdadero conocimiento. 


Montevideo
Efectivamente, las ciudades, en algún sentido son inteligentes "per se", pero como en todo podemos asumir que  existen ciudades brillantes, ciudades necias y todo una gama de grises entre estos dos polos, por favor no nos agarremos a frases hechas. Entonces ¿Qué convierte a una ciudad en brillante o que la convierte en necia? Más allá de modas y de dogmas, desde mi punto de vista aquí descansa la verdadera cuestión.

Resulta complicado concretar esto, de verdad, habría que analizar una serie de dimensiones que van mucho más allá de la tecnologización de la ciudad (paradigma de las Smart Cities convertido en mantra durante algún tiempo) y que se basen en aspectos como: la calidad de vida que genera en sus ciudadanos, su capacidad para progresar económicamente, su capacidad para canalizar el talento endógeno y atraer el exógeno, el impacto ambiental que genera, la eficiencia en la gestión de lo público…  daría para un buen rato. A mi se me ha ocurrido un aspecto que puede hacer de una ciudad o de un territorio un espacio más inteligente y quisiera compartirlo con vosotros y conocer vuestra opinión. Trata sobre la gestión del conocimiento dentro del territorio. Creo que un territorio inteligente, es aquel territorio capaz de detectar, diagnosticar, encontrar soluciones y ponerlas en marcha a las problemáticas que padece. Vamos por partes.


Dubai

Detección

Una ciudad o territorio inteligente es capaz de detectar los problemas que sufre y cuáles son los retos que ha de afrontar. Estos pueden ser de cualquier naturaleza y tener distintas intensidades, el desempleo, problemas de aparcamiento, problemas para acceder a servicios básicos en las cercanías…  Para lograr esto, lo público (el organismo que administra la ciudad o territorio) debe habilitar canales de conocimiento le permitan descubrir cuál es la realidad de ese territorio, cuales son estos problemas que está sufriendo y cuáles son los retos que tiene que afrontar. En este punto creo que es fundamental la participación ciudadana, un territorio inteligente tiene que tener canales de conocimiento para acceder a las preocupaciones y las problemáticas (se me ocurre también aspiraciones, pero quizá esto lo enmarcaba en otro ámbito) que sufren las personas que lo habitan.  Para llevar a cabo esto creo que las tecnologías de la información puedes ser ideales (como ya relaté en el post “Big Data y Desarrollo Local).

Diagnóstico

Entiendo diagnosticar como recoger y analizar datos para evaluar problemas de diversa naturaleza. Este punto es fundamental y desde mi punto de vista el más complejo, me explico. A menudo tengo la sensación de que muchas problemáticas no se afrontan adecuadamente porque en los foros estratégicos que preceden a la toma de decisiones de lo público no se encuentran los interlocutores adecuados, los verdaderos especialistas de los temas. Pongo un ejemplos, yo he trabajado durante varios años con personas con riesgo de exclusión social que recibían un subsidio (el RGI, muy conocido en Euskadi) este subsidio  supuso en 2013,  435 millones de euros al Gobierno Vasco. Todos los técnicos de empleo con los que trabajé, y fueron muchos, sabían perfectamente cuáles eran los principales problemas que generaba esta ayuda, porque sus personas beneficiarias se cronificaban, que tipo de medidas eran las más efectivas para que este colectivo se reactivara… Lo dicho, muchos de ellos tenían cierta ideas que podían funcionar a la hora de hacer más eficiente este apoyo que brinda el Gobierno Vasco a las personas en riesgo de exclusión. Sin embargo, jamás nadie se preocupó por conocer la opinión de estos especialistas que trataban con este colectivo a diario. No de una forma sistematizada y continua en el tiempo, con canales de comunicación abiertos y efectivos  que permitan a los técnicos y expertos trasladar su conocimiento al ámbito público y de toma de decisiones, esto trasladado al resto de aspectos que engloba la gestión de un territorio es una debilidad…   Actualmente y a nivel municipal, se articulan foros de personas que pueden aportar conocimiento para resolver diferentes problemáticas y yo me quedo con la sensación de que a menudo en estos foros sólo se convoca a personas que se integran en los principales grupos de poder del ámbito territorial (asociaciones, representantes de gremios, representantes sindicales, cámaras de comercio…)  y no a los verdaderos especialistas de la materia ¿Son estas personas las verdaderamente adecuadas para desarrollar soluciones? No sólo ellas, la figura de los especialistas es fundamental… ¿Qué consecuencia tiene esto? Que se adopten medidas  inoperativas debido a una gestión del conocimiento endógeno incorrecta. Por ello un territorio inteligente sabe buscar a esas personas, aprovechar su conocimiento y trasladarlo a lo público para la resolución de sus problemáticas.

Búsqueda de soluciones y puesta en marcha de las mismas

Por último, el territorio inteligente es capaz de convertir en soluciones este conocimiento y por supuesto ponerlas en marcha. Por cierto, es mucho más probable encontrar soluciones si preguntas a las personas que saben de un tema, por lo que si has dado con los interlocutores válidos este proceso también se simplifica. Un territorio inteligente ha de confiar en si mismo, en su capacidad para encontrar sus propias soluciones. Esto no te garantiza acertar siempre, evidentemente, pero dota a la sociedad de verdaderos instrumentos de gestión y resolución de sus problemáticas.

Por todo ello creo que  un territorio inteligente es aquel capa de articular una red de DETECCIÓN – DIAGNÓSTICO – SOLUCIÓN – ACCIÓN en la que se aproveche de su propio conocimiento y que le permita maximizar la eficacia y la eficiencia del dinero que invierte en soluciones.  Esto a mi sí me parece inteligente, aunque implementarlo va mucho más allá de los 4 años que pasan entre elección y elección, y  mucho más allá que comprar sensores para controlar el tráfico, eso sí, a medio plazo puede dotar a una ciudad de instrumentos de gestión realmente válidos. Ahí queda eso.

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DEL DESARROLLO LOCAL Y OTROS DEMONIOS


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